Sheinbaum destaca que, por primera vez, más mexicanos son clase media que pobres

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfatizó este viernes que por primera vez en la historia reciente de México hay un mayor porcentaje de personas ubicadas en la clase media que en situación de pobreza, según datos internacionales y nacionales presentados durante la “Mañanera del Pueblo” desde Palacio Nacional.

Durante la conferencia matutina, el coordinador de Comunicación Social y vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, informó que México es uno de los países de América Latina donde la clase media ha experimentado el crecimiento más notable desde 2018, año en el que inició el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.

Ramírez explicó que, con base en criterios del Banco Mundial, se considera clase media a aquellas personas que perciben más de 17 dólares diarios (aproximadamente 340 pesos), mientras que se clasifica como pobreza a quienes ganan menos de 8.30 dólares al día (cerca de 166 pesos).

En la presentación de cifras, se detalló que entre 2018 y 2024 aproximadamente 12 millones de personas pasaron de la pobreza a la clase media, lo que significó un incremento en este último grupo de 12.4 puntos porcentuales, mientras que la pobreza se redujo 13.6 puntos en el mismo período.

Sheinbaum resaltó que estas cifras colocan a México en una posición histórica, con 39.6% de la población clasificada como clase media y solo 21.7% en situación de pobreza, un fenómeno que, dijo, responde a las políticas sociales y económicas impulsadas por su administración.

Además, la presidenta contextualizó que en el año 2000, tras varios sexenios de políticas económicas previas, la clase media representaba solo 18.1% de la población, mientras que la pobreza afectaba al 55.1%. Según los datos compartidos, ese equilibrio comenzó a modificarse hacia 2022 y se consolidó en 2024.

Sheinbaum afirmó que estos avances reflejan una transformación en la estructura socioeconómica del país y subrayó su compromiso para continuar con esta tendencia y seguir reduciendo la pobreza.

Fuente: El Economista